Mientras veía como una a una entraban las
alumnas a las que había llamado a su oficina, el preceptor Kishimoto, quien fue
encargado de recibir a nuestras protagonistas en el aeropuerto, el mismo
responsable del control del desarrollo la beca. Había mandado llamar a las
muchachas para repasar brevemente algunos temas que no le resultaban
agradables y que, a su juicio y por los rumores que había escuchado, no
generaban beneficios para la universidad.
Kishimoto: (agarrando una carpeta) Peleas
callejeras, faltas al trabajo y grandes gastos médicos. (Toma otra) Renuncia
injustificada y comportamiento público indecente. (Sujeta la última) Relación
indecente y pública, enredos con dos hombres a la vez, y promoción de peleas en
la vía pública (deja esto de lado). Señoritas, quiero que me expliquen todo
esto.
Megg: (indignada) ¿Qué es todo eso de
relaciones indecentes o extrañas? ¿Enredos con dos hombres? ¿Promoción de
peleas? ¿De dónde sacó eso? Todo es mentira.
Charlotte: Nada de lo que dijo es verdad.
¿De dónde sacó eso?
Selenia: ¿Se supone que debo dejar que me
golpeen o me ataquen y no hacer algo al respecto? En mi país, la gente se
defiende. ¿Usted dejaría que lo ataquen sin defenderse?
Kishimoto: Pero eso es Japón, y desde el
principio les advertí que cuidaran su comportamiento. Además, toda esta
información la obtuve de sus trabajos, de las revistas de espectáculos en las
que ustedes han salido y los rumores a su alrededor (indica a la pelirroja) Arumeraya-san, ¿podría explicarme porque renunció a su primer empleo?
Charlotte: No me sentía a gusto con... ese
trabajo.
Kishimoto: Señorita Rionato-san, ¿qué significa
esta fotografía? (Le extiende una portada de revista)
Megg: (apenas observa la imagen) Esto es de
hace dos semanas... Además, es un montaje. Fue una situación armada.
Kishimoto: ¿Y dónde está el montaje? ¿Por
qué la prensa fotografiaría a una chica común si un enredo entre famosos vende
más?
Megg: (apresuradamente) No quise decir eso.
A mí... me obligaron a entrar allí. Shinpei luego abrió la puerta y me dejó
salir. Afuera estaba el paparazzi esperando.
Kishimoto: ¿Shinpei dijiste? ¿Conocés a ese
hombre?
Megg: Cómo podría no conocerlo...? Va todos
los días a la cafetería donde trabajaba.
Kishimoto: ¿Y por qué renunciaste?
Megg: Porque... (Se muestra incomoda) Las
fans de Shinpei me acosaban por culpa de esas fotos.
Kishimoto: Entiendo. Ahora volvamos a
Arumeraya-san. No puede justificar adecuadamente su renuncia... ¿Puede
justificar esto? (Le extiende un recorte de diario) ¿Reconoce a ese hombre?
Charlotte: (observa el recorte) Si... es mi
antigua jefe. ¿Le... le quemaron la mano con ácido? No creerá que fui yo,
¿verdad?
Kishimoto: No, claro que no. Arumeraya-san
no tiene la formación necesaria en química como para realizar ese ácido...
(Observa a la morocha protagonista) a diferencia de Gonsaresu-san.
Selenia: ¿Esta insinuando algo, sensee?
Kishimoto: Gonsaresu-san no tiene motivos para
atacar a ese hombre, sin embargo... puede involucrarse en problemas que no le
corresponden, como lo que sucedió frente a la universidad.
Selenia: ¿Y debí permitir, acaso, que esos
tipos hagan un espectáculo y ensuciaran el honor de esta universidad? Solo
lance una patada y converse con los patoteros, nada más.
Kishimoto: Eso no quita lo otro. Si no son
sus problemas, absténgase de intervenir.
Selenia: Esta bien, está bien. Pero
contésteme una pregunta: ¿Qué clase de institución es esta si no puede proteger
a sus estudiantes de un montón de buscapleitos que no son alumnos aquí?
Kishimoto: (parece pensar mientras menea un
poco su asiento) Entiendo. Ustedes no tiene por qué mentirme, ¿verdad? Así que
optare por creerles. Llegaron desde el otro lado del mundo, y no sería justo
que tengan que irse con las manos vacías. Desde ahora (se torna severo) les pido
que cuiden su conducta y no levanten rumores, o me veré obligado a redactar un
informe negativo. (Retira las carpetas) Eso es todo. Pueden retirarse.
Después de abandonar la oficina del
preceptor, con la sangre en la herida, nuestras protagonistas caminan por el
pasillo sintiendo las pesadas miradas a su alrededor, puestas sobre ellas tres.
Y no eran solo eso, también percibían sus prejuicios latentes, y esa especie de
desprecio gratuito que es consecuencia de lo anterior. Ya no eran el centro de
atención por ser la novedad de la institución, sino por las supuestas actitudes
indecentes que las volvieron blanco de todos los rumores, solo un montón de
mentiras.
Megg no puede más con la presión y decide
ir hasta los sanitarios, para ya no sentirse observada con severidad. No es que
necesitara hacerlo, solo deseaba sentarse en un lugar en el cual nadie pudiese
verla, para estar así a salvo de todos esos rumores. Pero ni siquiera allí
consiguió tranquilidad, ya que, poco después de su llegada, quizás unos dos
minutos, un grupo de aproximadamente cuatro chicas ingresaron a los baños, comentando los rumores que habían oído como si estos fuesen reales.
Chica 1: Yo lo escuche claramente: las tres
se encerraron con Kishimoto sensee en su oficina y estuvieron un largo rato. Parece
que por fin alguien pondrá las cosas en orden.
Chica 2: Es hora de que las saquen de esta
universidad para que no ensucien el buen nombre de la institución. Sería
lamentable que eso ocurra.
Chica 3: Basta solo con echar a la gordita.
Esa es una buscapleitos de lo peor. Estaría bien que se fuera. Las otras dos no
están mal.
Chica 2: Serenia es el menor de los
problemas. Solo golpeó a unos tipos, nada más. Otra de ellas es quien ensucia
esta universidad con su presencia.
Chica 1: Si. Esa pelirroja descarada.
¿Vieron cómo se viste, cómo actúa o cómo habla? Es una sinvergüenza.
Chica 2: Sera lo que quieras, pero al menos
ella muestra su descaro, no se esconde. La peor de las tres es Meggara. Con su
carita de niña buena y la sonrisita falsa nos hizo creer que de verdad era una
chicha decente... Pero si fue capaz de quitarle el novio a Maya...
Megg: (piensa) "¿De qué está
hablando?"
Chica 3: De que estas hablando,
Chica 2: Ella fue la que los separó. ¿Acaso
no vieron ese video? Busquen en la red Shinpei Inoue pelea con extraño y lo
comprobaran con sus propios ojos.
Megg escuchó ruidos tras la puerta, como si
aquellas muchachas sacaran sus celulares con intención de buscar el video que
una de ellas sugirió. A pesar de las cosas horribles que había escuchado, ella
también agarró su teléfono móvil para hacer lo mismo, pero una voz interrumpió
las acciones de todas, captando poderosamente su atención.
Chica 4: ¿Ganan algo diciendo toda esa
basura? Sera mejor que se ocupen de sus propios asuntos. (Megg se siente aliviada
al saber que al menos una no estaba contra ellas) Recuerden que esas tipas
descienden de las indias, un montón de mujerzuelas que rondaban a los
españoles, y de los indios, guerreros orgullosos y estúpidos que no comprendían
la cultura superior europea. Que ellas sean de esa forma no es su culpa: está
en sus genes. ¿Acaso son tan bobas como para esperar que vengan tres monjas de
Latinoamérica?
Antes de que las otras muchachas pudieran
contestar a lo anteriormente dicho, de repente se abre la puerta del sanitario
para dejar entrar a una chica de pisadas pesadas (de seguro Selenia, pensó
Megg), y a otra que caminaba con estilo y elegancia natural, según los sonidos
que escuchó (Charlotte, sin duda alguna).
Selenia: (con voz tranquila, pero expresión
impaciente, como si fuera a golpearlas en cualquier momento) Largo. (Al ver que
aquellas chicas no reaccionan) Ima... ¡¡IMA!! (Este último grito las hace huir
despavoridas. Nuestras protagonista, más tranquila, se acerca al lavamanos y
unta jabón líquido del dispenser sobre sus palmas) ¿Ves cómo se callaron de
golpe? Seguro que estaban hablando de nosotras.
Charlotte: (mirándose en el espejo, intenta
arreglar su peinado y decide que necesita retocar su labial) ¿Qué importancia
tiene? Nada de lo que digan sobre nosotras es peor que lo que escuchamos del
preceptor.
Megg: (sale de uno de los sanitarios,
pálida y afectada por todo lo que escuchó) No es así. Pueden decir cosas mucho
peores.
Selenia: (da media vuelta y se acerca a su
amiga, igual que Charlotte) ¿Las escuchaste?
Megg: (con voz quebrada y el llanto a punto
de escapar de sus ojos) Para ellos... soy una puta... Charlotte y yo somos
mujerzuelas, y vos una bestia salvaje... (Se lleva las manos a la boca,
intentando contener los sollozos que trepaban desde su garganta) Yo sé que
luchamos durante cinco años y ya soportamos dos meses, pero... realmente quiero
ir a casa.
Tanto Charlotte como Selenia rápidamente
atrajeron a Megg para poder así abrazarla y hacer que se sienta confortada.
Ambas conocían el espíritu sensible y dulce de su amiga, y sabían que cosas
como esas podían afectarla, no solo por los rumores o por lo que creyeran de
ella, sino por el encadenamiento de sucesos a su alrededor. Después de la pelea
entre KyunHo y Shinpei, aquel beso robado tan repentino, la ruptura de Maya y
el amable coreano, con la cual los planes de boda se fueron a pique, el cambio
de trabajo, los acosos de las fans del guitarrista, las presiones de la
universidad, el llamado de atención del preceptor y las crueles palabras que escuchó
de sus compañeras... sumados a los dos meses de estas en Japón, lejos de sus
afectos, y al quiebre de aquella ilusión de conocer las maravillas que la
esperaban al otro lado del mundo... ¿qué más podría agregar para que ustedes,
mis lectores, entiendan el pesar de la protagonista de cabello dorado? El sueño
del paraíso oriental cada vez parecía más una horrible pesadilla.
Las muchachas se esforzaron por reanimar a
Megg, pues ya era hora de reunirse con el profesor que dirigía la tesis, quien,
para sorpresa y alivio de las tres, confesó que no creía en los rumores.
"Hay cosas que van más allá de lo que el ojo ve", se limitó a
contestar evitando con un gesto de la mano que ellas abran la boca para
justificarse. "Se trata de percibir" continuó "yo me sentí como
un cobarde cuando vi a Serenia-san golpean a esos patoteros. Lo demás es un
cúmulo de malentendidos y amarillismo de la prensa. Tranquilas, muchachas. Solo
mediten antes de hacer o decir ciertas cosas y podrán terminar en paz esta
etapa". Ya con un ambiente diferente, libre de tensión, devolvió a Megg
los libros señalados, felicitándola por tan ardua labor. A él le tomó mucho
tiempo leerlos todos para fijar la pertinencia de los ejemplos, así que, aun
más felicitaciones recibió por hacer un trabajo tan completo en tan solo una
semana. La rubia aceptó esa devolución muy agradecida, pero con un sentimiento
de culpa en el corazón... Porque fue Shinpei quien merecía esas felicitaciones,
no ella. ¿Y a qué se debía tanto esfuerzo? A una cita en Roppongi, a unas horas
de su compañía... ese día el pidió a cambio una chocolatada, y ella olvidó
completamente.
Cuando abandonaron la oficina del sensee,
sintiéndose reconfortadas y algo más animadas, decidieron volver al edificio,
ya que la hora del almuerzo estaba cerca. Una vez allí, se sentaron juntas a
compartir la mesa con las demás chicas, quienes también les expresaron su apoyo
y total descreimiento de los rumores que rondaban a su alrededor. ¿Y qué más
da? Que las personas que más te conocen confíen en vos es suficiente, las
miradas prejuiciosas de los extraños que ignoran la verdad no cuenta. "Los
de afuera son de palo".
Mientras comían, las muchachas japonesas
comentaban a nuestras protagonistas sobre las tonterías que habían escuchado, y
las respuestas que dieron a ellos para defender a sus amigas. A la que más
rondaba esto era a la pelirroja, pues muchos chicos estaban interesados en
ella, y planeaban declarársele, pues con todos los chismes, la creían una chica
fácil. Como desquite, Charlotte y Selenia planeaban la mejor forma de
rechazarlos, y también burlarse ellos, todo esto con mucha categoría.
Decidieron cambiar de tema para no
incomodar a Megg con el asunto de los rumores, ya que sabían que esto la
preocupaba. Ella estaba consciente de que, aunque todo parecía muy tranquilo,
ese día regresaba la banda a sus funciones normales y los preparativos del
dichoso Spring fest, es decir, que si los ánimos del guitarrista de lentes
estaban calmados, pasaría por AoRingo... sin encontrar ya a nuestra rubia
protagonista. Definitivamente verlo entrar al local, con su sonrisa confiada,
era lo que más extrañaría de su anterior trabajo. Pero con las semanas que
pasaron desde que cambió de empleo, ya estaba acostumbrándose a la nueva
rutina: acomodar CD's y libros en los estantes, tratando de no sentirse incomoda
por el olor a café y chocolate (sobre todo esto último). Esos aromas le
recordaban a AoRingo de manera inevitable... y a los casi dos meses que paso
allí. La mayor parte de sus bonitos recuerdos en ese lugar estaban relacionados
con Shinpei, con ver lo alegre que se mostraba al verla cantar, con sus
comentarios graciosos y halagadores que alegraban sus tardes, con su compañía
después del final de su turno... Que diferente lucía ese Shinpei alegre y
despreocupado en comparación con el hombre agresivo que golpeó a KyunHo y la
besó a la fuerza. Pero... ¿Quién no hubiese reaccionado así? Mientras más lo
pensaba, más comprendía la desesperación del protagonista de lentes, puesto que
apenas unas horas antes de la confrontación, ella le había dicho que el
muchacho coreano solo era un amigo. Sin embargo, los trató de la misma forma
cuando por esfuerzo constante, tenía más méritos el guitarrista. ¡Qué giro
inesperado de la fortuna! Aunque quisiera culparse por lo sucedido, por
consolar a KyunHo y provocar los celos de Shinpei, eso tampoco le era posible.
Aquella noche, al ver en los ojos de su amigo la turbación de un alma
atormentada, al oír en su voz el quiebre de los sentimientos encontrados y la
erupción de un desengaño que le era imposible de contener, Megg no pudo evitar
sentirse inclinada hacia él y querer abrazarlo con todo su ser, como si con
ello pudiese contener el mundo que se destrozaba a los pies de KyunHo.
Ya era hora de que las tres muchachas
partan hacia sus trabajos. Selenia volvería a ver a la banda después de dos
semanas, así que todo el camino comenzó a prepararse mentalmente para no
mostrar nerviosismo o incomodidad una vez que este frente a Daigo Naito.
Después de aquella extrañísima amenaza/despedida, en la cual el vocalista se
atrevió a besarla con todo el descaro del mundo a la vista de todos sus amigos
(si, todos asomaron a verlo... todos), necesitaba meditar serenamente sobre
aquella clara provocación para no mostrarse débil ante nuestro soberbio
protagonista.
En cuanto a Megg, caminaba deseando un día
tranquilo y sin tanto aroma a café o chocolate (algo difícil, sinceramente).
Charlotte, por su parte, solo pasaría un momento por el gimnasio para dejar su
carta de renuncia y hacer luego una vuelta o tomar un té. Lamentablemente no
pudo dar una sola clase de árabe, ya que cuando la posibilidad estaba más
cerca, tuvieron que pedirle que renuncie debido a los múltiples acosos de las
fans de Akihide. La pelirroja se sentía muy cansada por esta clase de
situaciones. ¿Es que no podía tener un empleo fijo, como Megg y Selenia? Estaba
a punto de rendirse y dejar a un lado su deseo de trabajar allí, prefiriendo
pasarla en el edificio, leyendo hasta que lleguen sus amigas, cuando tuvo que
apartar esa idea de su mente al recibir un llamado a su móvil.
Charlotte: (sorprendida, con el auricular
pegado a su oreja) Moshi moshi...
Hombre: Hablo con Charotte-san?
Charlotte: Soodesu... (Antes de que pueda
preguntar algo es interrumpida)
Hombre: La llamo para realizarle una
propuesta de trabajo.
Charlotte: Sumimasen. Yo no he repartido
curriculums, así que... (Lo piensa mejor) ¿Qué clase de trabajo?
Hombre: (parece complacido) Modelo
publicitario. ¿Puede reunirse conmigo ahora? Estoy en ZR. Aquí me facilitaron sus
datos.
Charlotte: (antes de pensarlo siquiera)
Claro. En diez minutos estaré allí.
Una vez que terminó la llamada pudo
preguntarse qué había hecho... Está bien, antes tenía todo el sentido del mundo
aprovechar cualquier excusa para hablar con Akihide sin parecer una buscona...
pero ahora era distinto. Cruzarse con él
y recordar lo que pasó aquel sábado después del recital... las palabras y las
imágenes invadían su mente repetidamente en el día y en todo el tiempo que
paso. ¿Volvería a encontrarse con ese Akihide frió y ciertamente cruel, en
apariencia insensible a sus intentos e explicación, pues no le daba espacio
para ello? ¿Estaría él más sereno, ahora si dispuesto a escucharla? Dios, otra
vez los nervios... La única forma de averiguar lo que quería saber era
arriesgarse hasta ZR, así que emprendió el camino hasta la productora.
Cuando llegó a este lugar, vio que todo el
mundo estaba muy atareado en sus respectivos deberes, correteando de aquí para
allá. No podía preguntar a algún empleado, pues pasaban a su lado sin notarla
(o ignorándola adrede), por lo que no le quedó más remedio que hablar con
Ichiyo, la ocupada recepcionista, quien le dio indicaciones atropelladas
respecto a donde tenía que ir y se vio obligada a abandonar la recepción un
momento. Pese a que agradeció la ayuda, Charlotte estaba más confundida que
cuando ingreso. Tal vez si iba hasta el pasillo de los , donde estaba
la oficina de Obatta, encontraría a Selenia y podría preguntarle a ella para
tener indicaciones precisas (y, como esa entrevista le resultaba sospechosa,
tal vez su amiga podría acompañarla, aunque con su "hazlo, hazlo,
hazlo" no sabía si resultaría de ayuda o no).
Una vez que se acercó a la oficina de
Obatta, Charlotte escuchó una conversación muy particular entre Selenia y
Breakerz, prácticamente un soliloquió de Daigo Naito que la dejó sin palabras…
Fue tan grande su sorpresa que pellizco varias veces sus antebrazos, hasta la
cara, por tanta impresión, no sea que todo había sido un largo sueño.
Akihide: Hey, no se trata de insensatez,
sino de que tenemos sentimientos.
Daigo: Se puede tener sentimientos y no ser
maricones como ustedes dos.
Shinpei: ¿Cómo que maricones?
Daigo: (con sarcasmo) Al niño Shinpei no le
dan trato preferencial y ya arma berrinche y pleito en la vía publica, sin
importar el daño a la imagen de la banda.
Shinpei: ¡No me trates de niño caprichoso!
Yo tengo toda la razón al enojarme.
Selenia: ¡Que razón ni que nada! Enojate
todo lo que quieras, pero eso no justifica que humilles a Megg y golpees a
KyunHo.
Shinpei: Yo no la humille (no niega lo demás
¬¬). Solo puse las cosas en su lugar. Ese aparecido (por KyunHo) no tiene
derecho a ser tratado mejor que yo, que tanto hice por Meggu-chan.
Selenia: ¿Y quién te pidió que lo hagas?
Akihide: (afectado) ¿Acaso debió dejar que
estos pandilleros atropellen a Meggara sin intervención?
Daigo: (después de una pequeña pausa)
¿Entonces, todo eso lo hicieron por interés y no por altruismo? Yo no sabía que
eran tan egoístas ustedes dos. Acaso se pararon al lado de los pandilleros para
decir: Charotte-san, Meggu-chan, si salís conmigo te quito estos alfeñiques,
que tal vez son violadores y abusaran de vos, de encima, ¿de acuerdo?
Shinpei: No... Bueno... Yo no me refería a
eso!
Daigo: (fingiéndose tonto) ¡Claro! Olvide
esa vez que leíste unos cuantos libros para salir con ella... ¿Acaso te dejo
plantado?
Shinpei: Bueno... No, pero...
Daigo: ¡Claro! Se me olvido que la
acompañabas a su casa todos los días PORQUE VOS LO PEDISTE... ¿Acaso te dejo
plantado alguna vez?
Shinpei: (sin ánimos de discutir) No... Nunca.
Daigo: (a Akihide) Y vos... viste a
Charotte besar o ser besada por una chica. ¿Qué fue lo que ella te explicó al
respecto?
Akihide: (sin ánimo de discutir) Nada...
yo... no le permití que me explicara. ¡Pero con lo que vi fue suficiente!
Daigo: ¿Y qué fue lo que viste, eh?
Akihide: Lo mismo que cuando te espiamos en
el puerto.
Selenia: (como Daigo se queda mudo) ¿Y en qué
lugar estaría yo?
Akihide: En el de Charotte-san.
Daigo: O sea que yo estaría como Mayu.
Selenia: Maya.
Daigo: Como sea (a Akihide). Conociéndote,
seguro a ver esa imagen huiste despavorido como una reina del drama, sin saber
que paso después.
Akihide: ¿Para qué querías que me quede después
de ver lo que vi?
Daigo: Para saber se la tal Mayu...
Selenia: Maya.
Daigo: Si, ella... era rechazada por
Charotte. Porque sinceramente, ella parece una trepadora, una descarada, una frívola...
Pero no creo que sea lesbiana.
Selenia: Tampoco es todo lo otro. Además,
una cosa soy yo, que hubiese empujado a Maya...
Daigo: Mayu.
Selenia: (después de mirar al vocalista con
expresión de amenaza) O Megg, que le hubiese gritado. Pero Charlotte la aprecia
mucho... ¿sabes lo difícil que es una situación así? Rechazar a alguien sin
herirlo, porque lo queres, aunque de otra forma... eso no debe ser fácil.
Wakarimasuka?
Daigo: Lo mejor que pueden hacer es
escuchar a sus damas. Oh, como me avergüenza estar rodeados de insensatos.
Akihide, (con actitud de sospecha) Daigo...
¿Por qué estas defendiendo a Charotte-san y a Meggara?
Shinpei: Es cierto... Entendemos que lo
haga Se-chan, porque es su amiga, pero... (Ambos guitarristas comparten una
mirada sonriente y picara)
Daigo: (todo lo entiende) Estoy cansado de
que actúen como idiotas. (Pretende irse)
Shinpei: (se interpone en su camino y le
habla con tono burlón) Podemos irnos nosotros, así ustedes se quedan solos...
Akihide: (va hacia la puerta, así que
Charlotte debe apartarse rápidamente) Por nosotros no se preocupen. No nos
gusta ser sujeta velas. Vamos, Shinpei.
Shinpei: ¡Espera! Mejor me quedo a
interrumpirlos tal como hizo Daigo en Yokohama.
Selenia: Que idiotas (sale apresuradamente,
llevando la ropa planchada, y e inmediato encuentra a Charlotte) Hey, que haces
acá?
Charlotte: Necesito que me acompañes a una reunión
en ZR ahora, solo por las dudas.
Selenia: Ok. Dejo eta ropa en el set y te
acompaño.
Las dos muchachas abandonan el pasillo, dejando
en la oficina la incipiente discusión de la banda, llena de bromas hacia Daigo
por parte de los guitarristas, absolutamente desinhibidos mientras se burlaban
de él, hasta que este se mostró cansado y se fue (no afectado, vaya sorpresa).
Cuando Shinpei y Akihide decidieron dejar de reír (cosa que demoro un par de
minutos), intentaron abandonar la oficina, pero una presencia... una persona
que se metió en este lugar, les cerró el paso. Ninguno de los dos pudo
reconocer instantáneamente, sin embargo, con algo más de atención, Akihide cayó
en la cuenta de que se trataba de... ¿Cómo era su nombre? ¿Mayu o Maya?
Maya: Sumimasen. Yo necesito hablar con
ustedes.
Shinpei: (a Akihide) ¿Quíen es esta? Se me
hace conocida...
Akihide: Es... la chica que... anoo...
Shinpei: Mayu...
Maya: Maya desu.
Akihide: ¿De qué quieres hablar con nosotros...
con los dos?
Shinpei: Creo que yo no tengo que ver...
Maya: Anoo... Pero Shinpei-Sama golpeó a
KyunHo.
Shinpei: No repitas ese nombre frente a mí
que ya siento cólera.
Maya: Él... También está relacionado
conmigo. O lo estaba hasta hace unas semanas. Era mi novio... Y me había pedido
que me case con él en un año, pero... Yo le mentí con algunas cosas y cuando lo
descubrió, decidió que termináramos.
Akihide: Lo lamento de verdad, pero... no sé
qué tenemos que ver nosotros con eso.
Shinpei: ¿Entonces... Meggu-chan lo que
estaba consolando... como amiga?
Maya: Así es. Y lo hizo porque yo le pedí
que hable con él.
Shinpei: Entonces... Ese tipo sufrió la
ruptura con vos... y luego le pego... (Con sentimiento de culpa) Oh, pobre
muchacho... Tengo que hablar con Meggu-chan de inmediato. Iré a la cafetería.
(Sale rápidamente)
Maya: Shinpei-sama... (Intenta detenerlo,
pero no lo consigue. Así que habla a Akihide) Meggara ya no trabaja en AoRingo.
Akihide: ¿Renunció?
Maya: Los rumores sobre ella y Shinpei-sama...
generaron un gran problema. Y las fans la atacaron.
Akihide: Wakarimasu... Bueno, será mejor así.
Lo que tenés que hablar conmigo es muy privado... y sinceramente no tengo ganas
de escucharte, pero... como aclaraste algo importante para Shinpei, no voy a
rehusar.
Maya: Doomo [1] (hace una breve reverencia)
Esa tarde... Quien besó a Charotte... fui yo.
Después de escuchar la extensa explicación
de Maya respecto a lo que sucedió el sábado e incluso aquel jueves en el
edificio, Akihide... sintió un profundo pesar en el corazón... Daigo tenía razón
respecto a Charlotte, y respecto que debió escuchar su explicación (¿o a que debió
espiar un poco más?)... y por culpa de su terquedad... El posible acercamiento
se fue al demonio. Ahora estaba todo claro... Por eso la pelirroja huyo de su
lado al acercarse tanto... Cuando él intentaba mostrarse más cercano y poder abrirle
su corazón... segundos después lo cerró por completo, y se dejó llevar por los
prejuicios. ¿Podría arreglar lo que hizo? Aceptaría Charlotte una disculpa, o quizás
sus ánimos, con algo menos de exaltación, se reflejaban en Selenia, lo que quería
decir que una simple disculpa no bastaba.
Maya: Eso es todo lo que tengo para
decirte. Creo que mientras más rápido hables con Charlotte, será mejor.
Akihide: ¿Ella... esta molesta conmigo?
Maya: No está molesta, pero, creo que se
siente mal consigo misma. De alguna forma, ella cree que es su culpa. Por eso,
me parece que deberías hablar con ella. Yo la vi por aquí, así que...
Akihide: (asintiendo) Wakarimasu. Doomo,
Maya-san.
Maya: (ofendida, con los ojos cuadrados) ¿Maya-san? ¿Pero cuántos años cree que tengo? (Extrae un espejo de su cartera,
para observar su rostro) ¿Sera que mi ropa es muy anticuada?
De pronto entró Obatta y se mostró
extrañado al ver a la muchacha japonesa, pues no tenía idea de quien era, así
que comenzó a preguntarselo, qué hacia allí, dónde está mi asistente...
ya te ibas, ¿no? Maya contestó a todo antes de macharse muy tímidamente,
asustada por la forma tan extraña que tenía el encargado de vestuario. Él
estaba a punto de ir a buscar a su asistente, cuando esta apareció en la oficina,
con una sonrisa de oreja a oreja, festejando que Charlotte volvería a trabajar
con ella en ZR. Poco duró su alegría, pues Obatta la llenó de trabajo, en vista
del futuro comercial. Nuestra simpática protagonista tuvo que quedarse a coser
y coser hasta la hora de la salida, con ambas manos entumecidas. Ni tiempo
había de buscar a Daigo, ya que cuando tenía intenciones de hablar con él,
aparecieron Akihide y Shinpei para molestarlos al verlos juntos, y por eso se armó
la discusión que encontró la pelirroja.
Selenia: (cansada) Ah... Ese Oba-sensee
cada vez me deja más trabajo... ¿Por qué siempre hay tanta ropa para arreglar?
(va hacia la puerta e intenta abrir, pero estaba bajo llave) ¿Eh? (Vuelve a
intentarlo y obtiene el mismo resultado) Oh… oh... (Comienza a forzar el
picaporte para salir) ¡Auxilio! (Alguien del otro lado quita la llave)
Daigo: (entrando a la oficina) Que rápido
perdés la paciencia...
Selenia: (alterada) Vos pusiste la llave,
Daigo-sama.
Daigo: Si, fui yo. No vas a escaparte sin
decirme que es eso que tanto puede interesarme.
Selenia: No es gracioso, Daigo-sama. Me asusté
mucho.
Daigo: Va a llegar la hora de tu dichoso
dorama, así que decime lo que tenés que decir y te vas corriendo.
Apenas terminaron de hablar, ya se dirigían
hacia el garaje, hacia el automóvil de Daigo Naito y, listos, partieron hasta
el edificio.
Selenia: El sábado, cuando termino el
concierto y nosotras fuimos a saludarlos... un rato después golpearon a una de
mis amigas en la cabeza con una botella de vidrio.
Daigo: Anda a la parte que me interesa.
Selenia: Yo no estaba allí en ese momento,
pero le dijeron que estaban, dentro de todo tranquilos, y de pronto llego un
bulto que se estrelló en la cabeza de mi amiga. Adentro de la botella había una
foto.
Daigo: (se detiene delante de un semáforo) ¿Y eso que tiene que ver conmigo?
Selenia: (le entrega la fotografía) ¿Qué te
parece eso? Es la foto de la que te hable.
Daigo: (apenas observa la imagen, se queda
pasmado, pues reconoce en ella el momento en el cual Selenia, peluca puesta, lo
beso frente al edificio... pero solo fotografiaron su espalda y la cara del
vocalista. Entonces, ¿por qué golpearon a la amiga de nuestra simpática
protagonista?) No entiendo.
Selenia: La peluca que yo lleve a la cena
me la prestó Atsuko, y ella la usó en el recital.
Daigo: (no cabe en si del asombro) Entonces…
¿reconocieron la peluca?
Selenia: (escucha las bocinas detrás de
ellos) Ya cambiaron las luces.
Daigo: (avanza) No lo puedo creer.
Selenia: Yo no lo podía creer, pero no me
parece que hayan mentido cuando me dieron la foto. Eso estaba dentro de la
botella.
Daigo: ¿Sabés, entonces, lo que eso
significa?
Selenia: Te están acosando, ¿verdad?
Daigo no agrega nada más a esa pregunta,
pero, basándonos en el refrán, el que calla otorga…
Selenia: (tratando de parecer tranquila)
Bueno… Esto puede suceder… Más cuando sos famoso. Además… Es raro que ataque a
Atsuko cuando vos salís con una o dos mujeres cada sábado.
Daigo: Pero esas mujeres son bellas y
famosas. Para las fans están a un nivel superior y no pueden considerarlas
rivales. Eso no pasa cuando se trata de una chica común como vos… o tu amiga.
Selenia: Entiendo… (Baja la vista) Deberías
estar prevenido, por si te hacen algo así.
Daigo: ¿Por qué querrían hacerme algo, si
son mis fans y me aman?
Selenia: (con sarcasmo) Gracias por hacerme
sentir segura, eh. Gracias.
Daigo: Solo digo la verdad. (Estaciona
frente al edificio) Bien, ya llegamos. Solo te voy a pedir que esto de la foto
quede entre nosotros.
Selenia: Entiendo… (Abre la portezuela del
automóvil) Sayonara.
Oh… ¡Qué bonita mentirilla se mandó
Selenia! Ya todos en el edificio sabía sobre la foto, incluso Atsuko, quien
restó toda culpa a nuestra morocha protagonista. Las demás hicieron lo mismo,
pero lo cierto es que la simpática extranjera no pensaba igual: cuando veía a
su amiga japonesa sentía remordimientos… Eso pasaba por no controlar sus
impulsos, algo en lo que jamás tuvo talento, sino por el contrario… Pero Daigo
no tenía por qué saberlo. Por eso, salió del automóvil fingiéndose desentendida.
Dentro de lo que ya podía considerar su hogar japonés otra era la historia.
Como todos los lunes y martes, entró al
edificio, dirigiéndose de inmediato al sofá frente al televisor, lugar donde la
esperaba Tsugumi, con los snacks listos, para ver un nuevo episodio del dorama.
Pero, como las demás chicas las llamaban al comedor, tuvieron que grabar el capítulo
y acudieron al lugar antes mencionado... encontrando allí a alguien desconocido
para la entusiasta japonesa, y familiar a Selenia.
Verán, luego de aceptar el trabajo y
abandonar ZR, Charlotte tenía algo que hacer, algo muy importante, así que,
tomó un taxi que a llevo hasta el aeropuerto. Allí espero durante varios
minutos tal vez media hora, hasta que la vio llegar, con una maleta enorme y su
clásica mochila, mochila, también grande. Vestía su siempre resistente pantalón
holgado a rayas, las zapatillas loneras negras, la remera con la cual siempre
le hacían bromas, más de uno decía que la tenía tatuada. Aunque ya caía la
tarde, tenía puestos sus lentes cuadrados de marco rojo, esos que tanto adoraba
dentro de su amplia colección. Parecía malhumorada, buscando algún cartel o
algo que la oriente, hasta que vio los primeros kanjis y kanas, con los que se mostró
más satisfecha y radiante. La pelirroja finalmente se acercó a esta mujer,
quien de manera evidente no la había visto.
Charlotte: ¡Agatha!
Agatha: Charly! (Deja la maleta un momento
y estrecha entre sus brazos fuertemente a nuestra pelirroja protagonista,
incluso la levanta un poco, solo para confirmar si ella estaba más delgada o...
era otra la que subió de peso) ¡Estás más flaca!
Charlotte: Vos estas más fuerte. Estas
yendo al gym.
Agatha: Yo, al gym? pffff (ríe) Encima creo
que estoy comiendo mas (ríen ambas).
Charlotte: ¡Hermanita, te extrañe tanto!
(La abraza nuevamente) Que bueno que pudiste venir.
Agatha: Yo también, nena. (Vuelve a sujetar
la maleta) vamos a un lugar a comer, que me muero de hambre. Luego quiero ir al
hotel a dormir un rato.
Charlotte: ¿A la cafetería del aeropuerto?
Agatha: Loca, llevame a pasear Tokyo!
Charlotte: (se encoge de hombros) Perdón. Pensé
que no querías tardar mucho.
Agatha: Vamos por un taxi, dejamos los
bolsos en el hotel, me baño y luego vamos a comer, ¿te copa?
Charlotte: Me parece bien. Comes en el
hotel, ¿entonces? (Antes de que Agatha replique) Podemos hacer esto: vamos al
hotel, te bañas, comes algo, si queres dormís un rato y más tarde te llevo al
edificio, así conoces a las chicas.
Agatha, no demasiado conforma, aceptó. La
idea de la cama suave de hotel donde descansar de los dos días de viaje y el
cambio de horario. Solo esperaba que su querida hermana menor haya hecho la reservación
en un lugar, especialmente por la cama suave y cómoda que a deseaba.
Charlotte: (mientras estaban en el taxi)
Tengo que confesarte algo... No reserve ninguna habitación de hotel, pero tengo
una amiga que tiene un piso en Nakano, un lugar grande y cómodo que no usa,
porque se siente muy sola ahí, así que... Me presto las llaves.
Agatha: Ah, pero mucho mejor. Me ahorra esa
plata para otras cosas.
Charlotte: (aliviada porque su hermana lo
tomo de la mejor manera) En un rato llegamos.
Cuando llegaron al piso de Tsugumi, un
lugar bastante amplio, con buena vista y decoración bastante femenina rosa: con
ositos de peluche, almohadones en forma de corazón, al igual que las tazas y el
extremo de los hashi. El resto era muy pastel, y parecía mas una habitación de
una tienda deco, pues ni un solo objeto era meramente funcional.
Agatha comienza a inspeccionar el baño y el
cuarto, que contaba con un cómodo colchón, y Charlotte hace lo mismo con la
cocina híper ordenada, y el comedor. Dentro de la heladera encontró una merienda
muy abundante y tentadora, que le recordó un poco a lo que comió en la cafetería
donde trabajaba Orochi... ¿casualidad?
La pelirroja se quedó a merendar con su
hermana, y luego la dejo sola para que pueda bañare y dormir una horas. Pasaría
a buscarla después para llevarla al edificio, lugar el en cual la presento con
todas las muchachas, quienes se sorprendieron por lo poco que había en común entre
las hermanas, pues la pelirroja era delgada y llamativa, mientras que Agatha tenía
una figura algo más gruesa, pero no gorda, y por sus rasgos faciales causaba
curiosidad, aunque no al mismo nivel que nuestra protagonista. En primer lugar,
su hermana parecía más bien seria y sarcástica, por algunas miradas alrededor. Además,
tenía un aspecto más despreocupado en su forma de vestir, en total desacuerdo
con la moda... que extrañamente no resultaba ridícula ni mucho menos. Agatha
era de esas personas que no quedaban mal, usa lo que usa.
En fin, así es como llegamos al momento en
el cual Selenia y Tsugumi son apartadas del televisor para poder hablar con la recién
llegada Agatha, a quien su hermana hacía de traductora. La simpática
protagonista se alegró a sus anchas de volver a ver a su amiga, quien estaba
extrañada de su corte de cabello, y ambas se echaron unas gastadas formidables
que solo ellas entendían. La entusiasta japonesa se limitó a saludar a
Agatha-san, y preguntar si estaba cómoda en el piso. No tuvo queja alguna al
respecto, solo agradecimiento por la hospitalidad. Después de responder
amablemente a todas las preguntas que le hicieron (muy educadas, por cierto),
acerca de su trabajo, su vida, sus gustos, por qué parecía mas hermana de
Selenia que de Charlotte, a que ingeniosamente respondió: "Que yo sepa,
salimos de la misma madre a causa del mismo padre, así que...". Pasaron
luego al comedor, donde ya estaba servida la cena: Yosenabe [2], onigiri y
tempura, a pedido de la invitada, con salsa de soja. Antes de que terminaras de
ahogarse de risa por la torpeza con que Agatha manejaba los hashi, pues si no
se el caía uno, no podía mover el otro o se escapaba el bocadillo, Charlotte le
trajo cubiertos "normales", lo que permitió que por fin pueda terminar
de comer. La velada resulto muy animada, hasta que la recién llegada tenía
mucho que descansar. Y aunque se marchó y se sintió tentada a correr hasta la
cama, decidió pararse cerca de la ventana, apartando las cortinas estampadas de
corazones, y contemplo la ciudad, pensando en que lugares visitaría al día
siguiente.
Ese martes, sin embargo, por la emoción de
estar en Tokyo y el viaje enormemente largo para su gusto, Agatha despertó
cerca del mediodía, ya que escuchó un ruido extraño en el piso. Aparto las
sabanas y abandono la cama lo más rápidamente que pudo. Con total precaución,
camino hasta la cocina, lugar del cual provenía el ruido, pero no encontró la
fuente. Allí solo estaba el almuerzo, que olía delicioso, sobre la mesada. No había
rastros de alguna persona. ¿Quién le había dejado esa comida? ¿La chica dueña
del piso? Que más da, el almuerzo tenía un aroma demasiado tentado, así que,
luego de una rápida ducha, se dispuso a comer. Cuando llevo a su boca el último
bocado, apareció Charlotte junto con Selenia, ambas animadas y dispuesta a
divertirla un rato, solo hasta que nuestra protagonista pueda ir a trabajar.
La pasaron confeccionado una especie de
city tour, al cual Selenia no podría ir, pero, como siempre, procuraba que
ellas dos fuesen a lugares entretenidos. La primera parada estaba destinada a
Roppongi Hills, el mirador y la torre de Tokyo. Para sorpresa de la morocha,
las hermanas Almeraya decidieron tomar una siesta antes de salir, para recargar
energías (supuestamente, par de dormilonas) Así que nuestra simpática
protagonista las dejo solas y volvió al edificio, solo para reunirse con Megg e
ir con ella hasta el trabajo. Durante el camino, la rubia pregunto a su amiga
por Shinpei, y obtuvo como respuesta que él estaba bien, al parecer más calmado
luego de que Maya hablo le conto la verdad sobre lo que sucedió en Koochi, pero
antes de que nuestra esforzada protagonista exprese su deseo de encontrarse con
el alegre guitarrista, fue advertida por la morocha, a quien parecía poco
pertinente esa reunión si ella todavía no había resuelto sus sentimientos por
él y por KyunHo.
El sexto sentido y mirada aguda de Selenia
no fallaban, ella se dio cuenta de todo sin necesidad de preguntar. "El
que te mire bien va a darse cuenta de lo que te pasa..." fue lo que respondió
cuando su amiga inquirió "¿Cómo te diste cuenta?" Tal vez eso paso
con Shinpei. Quizás noto los sentimientos que por KyunHo se estaban
desarrollando entro de nuestra dorada protagonista. Y esos incipientes
sentimientos generaban en ella una terrible sensación de culpa. En primer
lugar, por Shinpei y todo lo que paso, y en segunda instancia, por Maya, más
aun después de que ella, para que no vean a Megg como una roba novios, confeso
su atracción por las mujeres. En ese momento, las tres tuvieron un miedo
terrible de que su amiga sea rechazada... pero el resto de las muchachas del
edificio lo tomo muy bien, como si nada.
Jueves, 5 de abril.
Este cercano el cumpleaños de uno de
nuestros protagonistas: ¡Daigo Naito! Hasta este momento, Agatha se mostró
maravillada con lo que vio de Tokyo: tanto la torre como Roppongi Hills, el
mirador, los templos que visito junto a Charlotte. La ciudad mantenía cada vez más
entretenida a la hermana de muestra protagonista... hasta este día.
Acompañaba a la pelirroja a comprar regalos
para sus padres. Charotte miraba a un lado y al otro, a esto y aquello, algo
que siempre cansaba a su hermana, quien, si no compraba algo en la primera o
segunda tienda que vieron, comenzaba aponerse de mal humor, con cara de
desagrado y actitud de: "Si, está lindo. Compralo y vámonos". Para
mal mayor, Agatha sentía miradas que se posaban sobre ella... o sobre nuestra
protagonista... ¿Por qué las observaban todas esas personas? No... Ahora las
apuntaban y hablaban entre ellos, secretamente. Alertada de esto, Charlotte
agarro fuertemente a su hermana para poder entrar a algún lugar, pues se sentía
perseguida por las fans de Akihide. Con esto planeaba poner a salvo a ambas...
pero no se dio cuenta de cuando la mano de Agatha se le desprendió. Lanzo un
manotazo al aire para agarrarla otra vez, sin notar que estaba arrastrando a un
desconocido... ¿Por qué su hermana tenía que tener las manos grandes, como para
confundirlas con la de un hombre?
Cuando se dio cuenta de lo que sucedía, pidió
disculpas al desconocido y, antes de que la reconozca, salió del local aprisa,
buscando a su hermana, mientras cubría una parte de su rostro con la cartera
que había llevado, para evitar que la distingan. Camino rápidamente hasta la
esquina, lugar en el cual tropezó con alguien conocido.
No se trataba de Agatha, pues para ella la
fortuna tenía otros planes. Cuando estaba siendo arrastrada por su hermana, unos
cuantos pares de manos la jalaron hacia otro lado y perdió rastro de la
pelirroja. Al dar media vuelta, vio a un grupo de jovencitas que, aparentemente
avergonzadas, huyeron despavoridas. Había tanta gente a su alrededor, que esta
mujer se sintió mareada y con dolor de cabeza. ¡Dios, como odiaba las
multitudes! Salió de allí aun buscando a Charlotte con los ojos, absolutamente
perdida. Avanzaba y avanzaba, pero no había señales de nuestra protagonista. Ni
siquiera sabía dónde estaba ella misma. No tenía más opción que caminar
alrededor de la cuadra, tratando de orientarse. Sin embargo, no veía a su
hermana por ningún lado. Dio como dos vueltas a la manzana sin obtener
resultados. Quizás en la confusión había cruzado la calle... aunque... ¿hacia dónde?
Había cuatro cuadras alrededor, llenas de un montón de gente... Esto la ponía
nerviosa. Ya estaba agitada, sofocada en ese mar de personas que iban y venían...
Ella seguía caminando sin rumbo fijo, intentando rodear la manzana en la que
antes estaba desde las veredas de enfrente. Pese a su esfuerzo, se sentía cada
vez más extraviada. Tal vez torció el trayecto en la esquina equivocada, o
regreso sin darse cuenta... Ya ni lo sabía. Estaba totalmente desorientada.
Decidió detenerse frente a la vidriera de
una tienda de discos, que también vendía libros... y que tenía aroma a café,
chocolate y masitas duces. ¡El paraíso! La calma retornaba a su mente. Observo
los CD's en exhibición: música japonesa muy variada, vio algo de ese trio que
tanto gustaba a Selenia, en las novedades internacionales noto a los cuartetos
que preferían Megg y Charlotte... Incluso algo de Tango. Siguió recorriendo con
los ojos hasta dar con el último trabajo de estudio de 30 seconds to mars, su
banda favorita. ¡Oh, qué sensación de familiaridad tan agradable! Inconscientemente
lo apunto... al mismo tiempo que alguien más, a quien dirigió una mirada involuntaria,
que acabo en un instante. Incluso se alejó un paso, pero no le quito los ojos
de encima, Se trataba de un hombre alto, de extraño peinado (¿cabello verde?),
con los ojos escondidos tras un par de lentes de sol y... no estaba mal. Por el
contrario, su ajustada camiseta hacia evidentes los brazo musculosos y el trozo
trabajado. Todo esto ofrecía una imagen muy agradable a la vista.
Trato de volver a ver el disco, pero
nuevamente el tipo de al lado robo su atención: miraba atentamente a lo que
estaba en el interior de la tienda. Quizás por curiosidad, Agatha hizo lo
mismo, y encontró a un muchacho alto, de cabello castaño cobrizo, que caminaba
hasta la salida seguido aparentemente por una chica rubia... No pensó que podía
ser Megg con mucha seguridad, pero tenía la duda. Sería bueno comprar el disco
y sacarse la duda, pero no pudo hacerlo. Aquel tipo, el que estaba a su lado,
de pronto rodeo sus hombros con un brazo y la acerco muy rápidamente, diciendo
en voz alta y clara cosas que ella no odia entender. Antes de que reaccione, apartándose
de él, ese desconocido comienza a caminar, llevándola consigo. ¿Qué estaba
pasando?
Agatha: Hey! What are you doing?
Extraños: (dice algo en Japonés que ella no
entiende) I'm sorry, but I need your help. Please, come with me.
Agatha decidió no resistirse, pus, por la
fuerza con la que este tipo la sujetaba, perfectamente podría dejarla inconsciente
de un golpe. Y ella no era tonta, sabia reconocer cuando estaba en desventaja. Así
que, sin agregar más palabras al asunto, solo camino unas dos cuadras al lado
de ese hombre... hasta que finalmente quedo librada.
Extraño: Thank you so much. Ahora si podes irte.
Agatha: ¿Adonde? Tengo sed y no sé dónde
estoy.
Extraño: ¿Como que no sabes?
Agatha: Me trajiste aquí contra mi
voluntad. Te hago responsable de mi seguridad y de calmar mi sed.
El extraño desaparece después de escuchar
eso pero vuelve al rato, con dos latas de refresco, y ofreció a la muchacha que
escoja alguna.
Agatha: (agarra la lata de cola) Me quedo
con esta. (Quita la tapa metálica y comienza a beber sin más. Que agradable que
estuviese frio)
Extraño: Vaya que tenías sed. (Hace lo
mismo que ella, pero solo bebe un trago) Sabes la dirección del lugar al que
tengo que llevarte de regreso.
Agatha: (arroja la lata vacía un cesto que justo
vio y comienza a buscar en sus bolsillos) Aquí esta. (Extiende la tarjeta)
Extraño: (agarra la tarjeta) Ah Es en
Nakano. Bueno, no queda lejos de aquí. Pongámonos en marcha. Agatha: (antes de que el extraño se ponga a
caminar) Wait a momento. (Apoya la espalda contra la pared) Mi hermana debe
estar buscándome. Pero no sé dónde la perdí.
Extraño: ¡Oh, por Buda! ¿Qué hacías mirando
el disco de 30 seconds si tu hermanita está perdida?
Agatha. Mi hermana está viviendo aquí, y
tiene edad para ubicarse sola. Lo único que necesito es decirle que estoy bien.
Para eso tengo que llegar al piso y hablar por teléfono.
Extraño: Yo pensé que hablabas de una niña.
¿Pero por qué ella vive acá y vos no,… muchacha… vos?
Agatha: Nada de muchacha. My name is
Agatha.
Extraño: Si, entiendo. (Siente que tiene
que presentarse) I’m Shinpei Inoue.
Agatha: (intenta pronunciarlo) Shin…
Shinpei… ¿Shinpei?
Shinpei: Soodesu… No, no… Yes. (Da media
vuelta para ponerse en marcha)
Agatha: Ok, ok. (Lo sigue)
No le quedo más remedio que ir tras él, preguntándose
silenciosamente por que no iban en taxi, o es que ese tipo no tenía automóvil.
Por una razón que nosotros conocemos, Shinpei no podía quedarse callado, así
que comenzó a hacer preguntas a la joven que caminaba a su lado, especialmente
sobre 30 seconds to mars. Así los dos se dieron cuenta de que a ambos les encantaba
el Rock americano, hasta escuchaba, hasta escuchaban las mismas bandas. Nuestro
protagonista de lentes comento que él había recomendado al vocalista de su
banda que practique los gritos de Jared Leto, pero solo podía hacer gemidos...
(Joder, "macho")
Agatha: ¿Tenés una banda?
Shinpei: Si. Y no es por presumir, pero
somos muy buenos. Yo aspiro a que conquistemos el mercado internacional.
Agatha: (piensa que se trata de una banda
de garaje) Tienen mucho por delante, entonces. Me hace agrada la gente con metas
y objetivos. Yo los tengo, y cumplí casi todos. Ustedes cuentan con mi apoyo.
Shinpei: ¿Te gustaría ver uno de nuestros
ensayos, Agatha-san?
Agatha: (entusiasmada por la idea) Claro.
Solo pasame la dirección y yo voy sin problema.
A falta de anotador, Agatha le presta su celular
para que anote la dirección, para que al menos sirva para algo, pues para
llamadas y mensajes era completamente inútil. Cuando él se lo devolvió, pregunto
si podía ir al día siguiente, ya que justo tendría un ensayo, y no hubo
problema. Justamente ese día, Charlotte tendría su trabajito en ZR, así que...
ella ya contaba con plan para no aburrirse. Mientras caminaban, Agatha reconoce
a alguien a la distancia... a una chica de cabello rojo y rulos desde la nuca,
que estaba al lado de... ¿otra chica? Por su baja estatura, y cabello un poco
un más largo que el de su hermana, parecía tratarse de una muchacha.
Agatha: Ahí está... Mi hermana.
Shinpei: (agudiza la vista -no me pregunten
como- y reconoce a Charlotte en compañía del pelilargo Akihide) Ya veo.
Entonces ha terminado mi deber. Apresurare para llegar hasta ella. Nos vemos
mañana.
Agatha: No vemos. Gracias por la compañía
(corre hasta adonde esta su hermana, quien ya la vio -solo ella) Charly! Qué
bueno que te encuentro. (Observa a su acompañante... un momento... sus rasgos
masculinos, como la evidente manzana de Adán, delataban que no se trataba de
una amiga)
Charlotte: (abraza a Agatha) ¿Pero dónde te
metiste? Estaba muy preocupada.
Agatha: Me maree en la multitud, pero se me
ocurrió regresar y encontré a alguien que me ayudo a venir para acá.
Charlotte: (la mira con expresión traviesa)
¿Alguien? ¿Podes ser más específica?
Agatha observa a Akihide un breve instante
y luego se vuelve hacia su hermana, haciendo un gesto en el que levanta las
cejas, como si dijera: "Mira quién habla".
Charlotte: (levemente avergonzada) Ah...
bueno... Él es Akihide. (A él) Kochira wa watashi no oneesan desu. Agatha desu.
Akihide: Yoroshiku onegai shimasu. (Breve
reverencia)
Agatha: (hace un gesto con la cabeza, como
si saludara) Lo que sea eso, nice to meet you.
Charlotte: Dijo lo mismo, pero en japonés.
Akihide: (a Charlotte) Ya que encontraste a
tu hermana, yo me retiro. Nos veremos mañana. (A ambas) Sayonara.
Charlotte: (a Agatha, mientras observa cómo
se retira Akihide) ¿No es lindo?
Agatha: (con expresión rara) Algo... ¿Por
qué te fijaste en esa criatura?
Charlotte: Tiene treinta y cuatro años...
No me trates de roba cunas.
Agatha: ¿¿Me estas cargando??
Ambas marchan hasta el edificio para reunirse
con las demás muchachas. Lo primero que hizo Charlotte al llegar fue agradecer
a Maya, propinándole un gentil abrazo. Estaba sinceramente agradecida con ella
por haber ido hasta ZR. Hablar con Akihide, aclarando todo el malentendido.
Pues verán, cuando la pelirroja perdió a su hermana en medio de la ciudad,
intento cubrirse de la gente que parecía reconocerla y dejo de prestar atención
al camino, por lo que tropezó con Akihide.
Akihide: Cha... Charotte-san. Disculpame.
No te vi. ¿Estás bien?
Charlotte: Si, sí. Yo venía distraída
(trata de pasarlo sin decirle más, pero él la detiene).
Akihide: Charotte-san (le agarra un brazo)
Espere un momento. Me gustaría hablar con vos.
Charlotte: (comienza a sentirse nerviosa)
Sumimasen. Acabo de perder a mi hermana... (al ver que él pone cara de
tragedia) Estábamos caminando aquí y se me perdió. Tengo que encontrarla.
Akihide: (extrañado) ¿Tu hermana... está en
Japón?
Charlotte: Vino de visita. Estoy preocupada
por ella... (siente las miradas de la gente sobre los dos... ¿los
reconocieron?) Oh no, oh no... Nos están reconociendo. Vámonos de aquí.
Los dos salen prácticamente corriendo y
pasan a la cuadra de enfrente, donde había una galería y menos gente, pues la mayoría
se había reunido en el lugar del cual ellos venían. Estar prácticamente solos ponía
nerviosa a nuestra protagonista, ya que no sabía de qué quería hablar con
ella...
Akihide: Charotte-san... ¿ahora podemos
hablar un momento?
Charlotte: Yo... bueno, pero que sea rápido...
Mi hermana no puede andar perdida por ahí.
Akihide: (hace una reverencia y permanece
inclinado) Gomen nasai... Tu amiga, Maya, me explico cómo sucedieron las cosas
en Koochi. Y lamento haberte tratado tan fríamente. Lamento mi terquedad... y
si te lastime con lo que dije... lamento sinceramente todo eso.
Charlotte: Yo también... (Akihide deshace
lentamente su reverencia y la observa fijamente. Ella lo mira a los ojos)
Lamento que todo esto haya ocurrido. Y lo siento porque...
Akihide: (sostiene su mirada) Yo debí
escucharte y confiar en vos. No tenés que disculparte.
Charlotte: (lo abraza de repente, y el no
duda en corresponderle dulcemente) Entiendo tu confusión. Yo me sentiría igual,
así que también tengo que disculparme.
Otra vez envuelta en la calidez de los
brazos del guitarrista, la pelirroja se sintió confortada y en calma. Sin
embargo, no podía evitar preguntarse, si esa paz entre ellos... ¿cuánto tiempo
duraría? Se acercaron una vez, y ocurrió lo del camarín, estaban bien en San Valentín,
y aparece Ximena, quien también los aleja en Yokohama, y el ultimo obstáculo
era el recuerdo del beso con Maya. Ellos ya superaron todo eso, nuevamente
encontraron tranquilidad. Hay que hacerla durar.
Charlotte: A partid de ahora, podes decirme
Chalote sin el san. No soy mayor que vos y me da la sensación de distancia.
Akihide: (disculpándose con una breve
reverencia) Lo siento. Agrego el san para expresar mi respeto... No es para que
te sientas mayor. Si lo entendiste así, te pido disculpas.
Charlotte: Tal vez... es hora de que... me
tengas más confianza y menos respeto. Un poquito menos. No soy una obasan [3]
Akihide: (ruborizado) Eh... No puedo hacer
eso, Charotte-San. Para mí, mereces el mayor de los respetos.
Charlotte: (seriamente) Muy bien, Aki-Sama.
Akihide: No, no. Akihide está bien. Aki-Sama
me molesta.
Charlotte: A mí tampoco me agrada
Charotte-San. No soy tu superior.
Akihide: (reflexionando) Eh... bueno...
Entonces, ¿solo Charotte está bien?
Charlotte: (con una sonrisa triunfal) Mucho
mejor.
Esa sonrisa, aunque en versión más simple,
se contagia al guitarrista, hasta que ambos comienzan a reír de la nada. La
pelirroja avanzo un paso y los dos callaron, se miraron seriamente, en una
mezcla de nervios y decisión... y escucharon un gruñido extrañamente cerca.
Cuando ven hacia un costado, encuentran a un grupo de chichas en la entrada de
la galería.
Muchacha: ¡Miren! Esa modelito está acosando
a nuestro Akihide. Apartémosla de él.
(¿Y estas que creen que hacen?)
La pelirroja sugiere que corran por su
vida, ya que seguramente no le harían daño. Salieron de allí y se perdieron
entre la multitud hasta que se sintieron a salvo de las fans. Despeas de
apartarse de aquel lugar, Charlotte vislumbro una posibilidad de que Agatha
haya regresado al piso, así que propuso ir a corroborarlo, y en el camino
termino encontrándose con su hermana.
Todo esto, de forma un poco resumida, fue
lo que compartió Charlotte con sus amigas en el edificio, y con Agatha, claro.
Ella también era participe de las anécdotas, aunque Megg no quiso contar la
suya. No podía decir frente a todas, especialmente ante Maya, que esa tarde había
visto a KyunHo de pura casualidad. Él estaba en la ciudad, pero no quería
encontrarse con la joven castaña... No hasta que se sintiera preparado para
ello. Así que pidió a nuestra rubia protagonista que guardara ese secreto.
Cuando ella lo acompañaba hasta la salida, tuvo una visión horriblemente
desagradable: Shinpei estaba afuera dando un paseo... ¡Mientras abrazaba a otra
mujer! La rabia que experimento en ese momento se le hacia indescriptible
ahora: el cuerpo entero le ardía como una llama que la estaba consumiendo, las
manos temblaban, sentía un nudo en la garganta, pero gritos en lo profundo de
su ser que casi la impulsaban a seguir al guitarrista y a su acompañante, quien
no era otra más que Agatha. Pero ella no lo sabía. No tenía idea de que la razón
de su pesar estaba allí, conversando con ella tranquilamente. En fin, no podía
decirlo... solo lo revelo a la pelirroja y a nuestra simpática protagonista.
Viernes, 6 de abril
Agatha ya era una mujer adulta, no tenía que
explican nada a nadie si ella así lo deseaba. Sin embargo, por precaución y
consideración a su hermana, le contó que había encontrado un evento
interesante, que podía ir y volver sin problemas, y que demoraría, de eso
estaba segura.
Se marchó
del piso esa tarde con una idea graciosa en su cabeza... banda de garaje, lo más
lógico que uno puede pensar cuando alguien apenas conocido dice que forma parte
de un grupo de ese estilo. Pero ya sabemos que Agatha se equivocó, y fue muy
grande su sorpresa cuando lo supo. El taxi la dejo frente a ZR, y al ver el
edificio, quedó boquiabierta... ¡No podía ser! Seguramente la dirección estaba
alterada o errada. Estiro el cuello para poder ver la fachada completa, y en
una de los ventanales, en los cuales había imágenes de los artistas de la
productora, estaba... ¡No podía ser! Estaba el, con su cabello verde alborotado
y los lentes de sol. Eso quería decir que...
Agatha ingreso a la productora, aun
extrañada, pero sin mayor problema, y fue recibida por Ichiyo, la
recepcionista, quien, apenas ella pregunto por Shinpei, la guio hasta la sala
de ensayos. En este lugar encontró al guitarrista de lentes, hablando con
Makoto y Matsu-kun. Daigo llego poco después y saludo a la hermana de nuestra
protagonista lo más amablemente que pudo, o sea, fue súper simpático (es un
experto en dejar una buena impresión). Mientras todos conversaban sobre
divertidas anécdotas graciosas sobre y bajo el escenario, charla iniciada por
Agatha, apareció Akihide. Tanto a él como a la extranjera se les olvido la cara
del otro, pero notaban algo familiar... algo conocido y se quedaron pensando en
ello. Ambos recordaron que era un par de horas después, aunque prefirieron no
compartirlo con los demás, ya que parecía muy ridículo saltar con un: Ya sé de
donde te conozco. Hubo una rápida conexión entre la banda y ella, pues estaba
muy acostumbrara a tratar con más hombres que mujeres, y no le costaba
mimetizarse en ese entorno. Tan bien simpatizo con ellos que no dudaron en
invitarla a la fiesta de cumpleaños que celebraría todo ZR con invitados de honor
y conocidos del agasajado Daigo Naito.
Cuando salió el tema, que se había dado
luego de que ensayaron un par de canciones que desplegarían en el evento,
Akihide abandono rápidamente la sala de ensayo para dirigirse al Set. Ya que
Agatha recibió una invitación, Charlotte debería tener la suya. Pidió unas
cuantas tarjetas a Ichiyo para entregárselas después a la pelirroja, quien ya había
terminado el trabajo y se estaba preparando para regresar al edificio,
acompañada por Maya, quien, como toda fan incondicional, pidió poder presenciar
la grabación.
Charlotte: (abandonando el camarín, se
encuentra con el guitarrista) Akihide... Que agradable sorpresa.
Akihide: Charotte-sa... Konnichiwa. Vine a
hacerte una invitación. Mañana en la noche habrá una fiesta por el cumpleaños
de Daigo.
Charlotte: Se festeja aquí... como el de
Selenia, ¿no?
Akihide: No. (Le entrega las tarjetas) Es
en Velfarre. Se-chan también tiene unas invitaciones, espero que con estas
alcance ya.
Charlotte: (cuenta las tarjetas) Parece que
está bien. Y contás con mi presencia desde ya. Aunque... ¿qué es Velfarre? ¿A qué
horas tengo que ir?
Akihide: Velfarre es una discoteca... te
encantara el juego de luces... y sirven tragos muy variados. Así que podes ir a
la hora que quieras, excepto en la mañana y la tarde. (Los dos ríen)
Charlotte: Iré con mas ánimos, entonces. Todavía
no conozco la noche de Tokyo. Eso sí (lo apunta) Apenas llegue vamos a bailar,
wakarimasuka?
Antes de que Akihide responda a la provocación
de la pelirroja, fue llamado por Daigo para hacer un nuevo ensayo, así que tuvo
que irse, levemente ruborizado por lo que escucho antes... Recordando todas la
situaciones en las que vio a Charlotte... ¿Cómo se arreglaría para ir a una
disco?
Entre tanto, Charlotte sintió deseos de ir
al baño y, ya que Maya se escabullo en algún momento, de paso la buscaría para
regresar. Abandono el sanitario y volvió al camarín, pero allí no estaba. En el
set, tampoco. ¿En dónde se había metido? Cuando pregunto a Ichiyo, esta dijo
que la vio ir a la sala de ensayos y le indico como llegar allí. Fuera de ese
lugar, la pelirroja entreoyó una conversación muy particular que mantenían la
desaparecida Japonesa y Shinpei Inoue.
Maya: Sera solo un sustito.
Shinpei: Claro. Eso lo entendí. De verdad
conoces a alguien que nos puede ayudar?
Maya: Si, y sé que querrá colaborar
conmigo. Solo tenemos que seguir el plan a la perfección. Después de eso, prepárate,
Shinpei-sama, porque Megg jamás querrá separarse de vos.
Charlotte: (aparte) ¿Qué están planeando
esto dos?
Mientras Charlotte procuraba ocultarse bien
para que no la vean, aquellos dos terminaron su conversación y cada uno fue por
su lado, así que la pelirroja no tardo en encontrar a Maya rondando el camarín.
Durante el camino a casa ninguna de ellas hablo sobre aquella charla. Nuestra
protagonista esperaba que su amiga japonesa se lo contara, mientras esta no
mencionó palabra alguna. Pero no importaba… Hagan lo que hagan, la llamativa extranjera
se encargaría de cuidar y vigilar a su querida Megg.
Dos taxis estacionaron muy cerca de la
segunda discoteca más grade de Tokyo, famosa por su juego de luces, la enorme
bola de cristal en la pista principal, la gran cámara para el DJ (para esta ocasión,
habría dos), esa pantalla tras el escenario (enorme también) que parecía de un
cine, y sus varias salas: Velfarre. Las chicas descendieron del vehículo, arreglándose
un poco las ropas ya sobre la vereda, casi asustadas por la enorme fila de
gente que esperaba entrar. Para colmo, prácticamente había un cartel que
anunciaba que allí festejarían el cumpleaños de Daigo Naito (foto incluida), así
que eso explicaba todo…
Selenia. (acercándose al cartel con la foto
de Daigo) Dios, ¿ven que apuesto es?
Charlotte: ¿Por qué decís eso, si vos podes
verlo casi todos los días?
Selenia: A mí me gusta este Daigo (apunta
al cartel), no ese (apunta dentro del local).
Megg: (desconcertada) No veo la diferencia…
¿Tenemos que hacer toda esta fila para entrar?
Agatha: (se acerca al guarda y le enseña la
invitación) Konbanwa. ¿Tenemos que hacer la fila de espera?
Guarda: No, señorita. (Abre el acceso para que puedan entrar).
Agatha: Arigatoo (a las chicas, con una expresión muy cool, hace un gesto con la cabeza, indicando que entren, y todas van tras ella, mostrando las entradas primero)
Selenia: (terriblemente extrañada) Yoroshiku. Mi nombre es Selenia aunque él me llame… (dándose cuenta) ¿Él habla de mí?
Selenia: Pasa que mi amiga (apunta a Charlotte) es tu súper fan incondicional.
Todas las sensaciones de incertidumbre que tenía Megg en su interior fueron reemplazadas por la angustia que ahora no le cabía en el pecho, así que le provocaba dolor. No esperaba esas palabras. Ni siquiera transmitían una opinión sobre su persona. ¿No les parece que es kawaii? “¿Eso piensa de mí? Después de todas las cosas que pasamos, de los momentos en los que reímos juntos, de las horas, tantas que no podría enumerarlas… ¿Solo puede describirme como alguien kawaii? ¡Estaba hablando de ella como si no la conociera, como si la hubiese visto hace un momento! ¿Por qué?
Cuando ingresaron, la fiesta estaba poniéndose en modo ON, y ellas quedaron fascinadas, mirando a un lado y al otro, sin poder evitar la pregunta obligada: ¿Dónde está la barra? Ah, no, no, no, no. ¿Dónde está la banda? (XD) Las luces de Velfarre eran hipnóticas y divertidas, la enorme bola de cristal resultaba impresionante… pero no más que toda la gente bella que desfilaba por la pista principal. Había muchas mujeres bonitas esa noche, muchas reunidas en un lugar específico. Pudieron ubicar la barra… la banda (sorry XD) gracias esas chicas reunidas en ese lugar, seguramente coqueteando con los muchachos… (grrr) ¡Era hora de sacarlas de allí! Cuando comenzaron a acercarse al lugar, Megg sentía cada vez más nervios y ansiedad. Por un lado, quería volver a ver a Shinpei (aunque no rodeado de mujeres), y deseaba que le diga: ¿Esa chica? No, es una prima, una amiga… ¿una vecina con la que soy amable? (maldita ¬¬); pero, por otra parte… ¿Y si estaba con ella? ¿Y si la abrazaba como ese día? ¿Y si no eran amigos, primos o vecinos precisamente? ¿Qué haría ella entonces? ¿Cómo simularía su desagrado ante semejante noticia?
Selenia: (gritando de tal forma que la música no podía tapar su voz. Las chicas que allí estaba huyen despavoridas, aunque no muy lejos) ¡¡¡¡Tanjobi omedetoo!!!! [4]
Daigo: (al verla se torna enojado) ¿Qué haces con eso en la cabeza?
Selenia: (tocándose la peluca –otra vez prestada por Atsuko) No le veo el problema a usarla. Además, me queda bien.
Daigo: (golpeándose la frente con la mano) Esta Ushi baka…
Apenas termina de murmurar eso, es perfectamente escuchado por uno de los invitados, que se escabulle para acercarse a Selenia.
Invitado: Así que vos sos la famosa Ushi de Daigo… (la mira bien) Ah, pero él dijo que eras fea y poco atractiva. Pero yo te veo muy bien. (extiende una mano hacia ella, para saludarla) Soy Takarai Hideto, un amigo de Daigo.
Daigo: (para desviar la conversación) ¡Charotte va a desmayarse!
Todos dirigen la vista hacia la pelirroja, quien estaba siendo abanicada por Megg y sujetada por Agatha. Akihide se le acerca, muy preocupado y sin entender que le sucede. No es el único, nadie entiende que pasa con la pelirroja… hasta se la luz se enciende en la mente de Selenia, y esta mira al hombre que se le acaba de presentar.
Selenia: ¿Takarai Hideto?
Hideto: Hai.
Selenia: ¿Takarai Hideto, dijiste?
Hideto: Hai… eso dije.
Selenia: ¿Hyde?
Hyde (Hideto): (la mira, como preguntando si tiene algún retraso mental, pues confunde Hyde –pronunciado “jaid” por Selenia– con hai) ¿Tenés la misma costumbre que Daigo?
Selenia: (para ser más específica) ¿L’Arc en ciel?
Hyde: Hai.
Al escuchar eso último, Akihide se aleja de Charlotte, pues le resulta molesto que ella esté por desmayarse al conocer a su ídolo, aunque, para fortuna de Hyde, no hizo lo mismo que Tsugumi (jejeh). Mientras, el líder de L’Arc en Ciel se acerca a la pelirroja para preguntar si se siente mejor, y ella responde a todo que si como hipnotizada. Por dios… Hyde en persona estaba hablando con ella… ¿Era un sueño? ¿Era una fantasía? Después de que le dieron algo para beber y así reponerse, todos volvieron a la conversación, mejor dicho, a presentarse por idea de Daigo (todo para no responder a la pregunta de Selenia ¬¬). Las chicas se fueron presentando con los que estaban en el grupo alrededor. Primero habló la simpática protagonista, a quien solo dejaron decir su nombre. El resto la presentó a su manera: Tsugumi dijo que era la heroína de la universidad; Maya agrego que también ayudo a arrestar a un pervertido en Yokohama; Daigo avaló eso, Akihide comentó que era muy fuerte, Megg la definió como una buena cocinera, y Atsuko, como una persona muy solidaria, Shinpei “insinuó” que era la chica del vocalista, Agatha señaló su amor por Asia y Charlotte remató con un: Es una completa otaku… Y este comentario provocó que muchos se alejen varios pasos de Selenia, asustados…
Selenia: (incómoda por la reacción de todos) En mi país, Otaku significa fanático del manga y el anime… las personas que hacen cosplay y van a convenciones, entre otras cosas muy inofensivas.
Charlotte: (extrañada) ¿Por qué lo aclarás? ¿Aquí no significa lo mismo?
Selenia: No… Aquí otaku en un freak obsesivo, un peligro potencial para la sociedad.
Charlotte: Ah… (A todos) Yo lo dije en el sentido occidental.
Como los ánimos se calmaron, la siguiente fue la dueña del comentario “oportuno”, Charlotte. Ella se sorprendió de que nadie hable de su aspecto, y esto se debe a que todos creían que su belleza ya era muy evidente. “es la mejor”, comento Maya con entusiasmo, Tsugumi agregó que tiene mucho carácter, Atsuko se refirió a su sensibilidad (y eso provocó rubor a la pelirroja, Megg la describió como la mejor consolando y animando a la gente (aumenta el rubor). Más fue lo de Agatha: “Es una romántica”, dijo sin pudor, pero fue superada por Selenia y su “es la persona menos inocente que conozco”. “Es Heterosexual” sentenció innecesariamente Daigo (al rubor suplantó la bronca). “Yo creo” comenzó a decir Shinpei “que es Ulzzang”, refiriéndose a la popularidad que comenzó a tener la pelirroja después de su aparición en el videoclip. Para cerrar, Akihide, un poco presionado por las miradas de los demás, concluyó todo diciendo: “No creo que pueda encontrar palabras precisas para definirla, así que no lo haré”. Para Charlotte, ese comentario tocaba directamente su corazón. Quien quiere un Hyde desconocido, teniendo tan cerda a un Akihide tan divino.
Seguimos con Megg. ¿Cómo podríamos definirla? “Adorable y tierna, con los mejores sentimientos” acordaron Selenia y Charlotte. “Chispita” dijo Agatha, y Akihide estuvo de acuerdo una vez que todos supieron a qué se refería. “Pensé que era una estúpida al principio, pero no está mal” volvió a sentenciar Daigo, sin dar importancia a las miradas rabiosas de algunas ciertas chicas. Atsuko creyó que podría dar un formidable discurso para referirse a la rubia protagonista, pero solo lanzó un “es muy pura”, que sonrojo a su amiga. “Responsable y eficiente” contestaron Maya y Tsugumi al unísono, así que Shinpei concluyo las opiniones mirando a quienes no conocían a Megg para decir: ¿No les parece que es kawaii? Ellos asintieron… ¿Qué era eso? ¿Qué carajo era eso? (uy, me exalte)
Selenia: (fuerte y claro) Tiene el cuerpo de Marilyn Monroe, la inteligencia de Monsieur Poirot, la destreza de Michaell Jackson y…
Daigo: Pero él está muerto, igual que Marilyn. Y Poirot no existe.
Agatha: (a modo de broma) Por eso. (Todos ríen, excepto Megg, quien recién se reintegraba a la conversación)
Shinpei: (rodea el hombro de Agatha con un brazo… ante los ojos de todos) Agatha es de lo mejor. No conocí mujer tan divertida y única como ella.
Ese brazo… rodeando los hombros de Agatha, a quien parecía no molestarle, esa repentina confianza… ¿ellos se conocían? ¿Acaso ella era… ella? ¡¡Era ELLA!! La mujer con la que lo vio aquel jueves fuera de la tienda no era otra sino Agatha… Sin darse cuenta, observa a Shinpei y él parece sostener su mirada mientras continúa cercano a la hermana de su amiga “¿Por qué me mira mientras la abraza…? ¿Por qué lo hace?” ¿Cuál otra podría ser la respuesta…? ¡Él estaba jugando con ella! ¡La estaba utilizando!
Megg desvía la vista hacia otra parte, pues no quiere seguir contemplando aquel fraude. Los celos que sentía al principio dan paso a algo diferente, a una cierta rabia, mezclada con algo de pena… Era realmente lamentable, tanto que deseaba que no fuese cierto.
Entre toda la gente que bailaba con muchos ánimos, Megg reconoce a una figura que se acerca, a un muchacho alegre que está a punto de saludarla, pero se detiene detrás de Atsuko, a quien mira de arriba abajo, y comienza a hacer gestos de extrema satisfacción, tanto que dibuja una sonrisa en el rostro de la rubia. Por fin se vuelve a ella y la saluda con un abrazo juguetón que hace parecer que se le tira encima. Los demás observan todo esto impresionados, y la mesera japonesa se asusta al contemplar que se trataba de Hernán.
Hernán: (a Megg, en español) ¡Pero cuanta belleza, che! ¿Viniste de levante o qué? (le agarra una mano) ¡A ver, una vueltita!
Megg: (entre risas) No, nada de eso.
Atsuko: (molesta) ¿Qué creen que hacen?
Hernan: Oh, estas celosa. No te preocupes (atiende los brazos para rodearla, pero ella rehúye)
Atsuko: Lejos de mí, lejos de mí.
Hernán: ¡Tsuki-chan [apodo que puso a Atsuko sin consultarle, dado que Tsuki suena parecido a suki, que es gustar], vamos a bailar!
Daigo: (antes de que Atsuko reniegue) Es cierto, estamos conversando demasiado. ¿Para qué vinimos a Velfarre?
Como apoyando la moción, Charlotte agarra una mano de Akihide y, sin esperar a que él diga algo, lo conduce hasta la pista de baile. Los demás hacen más o menos lo mismo, Agatha va con Shinpei, Atsuko es prácticamente arrastrada por Hernán. Tsugumi se encontró con Orochi, a quien había invitado previamente, Daigo invitó a una de las chicas que allí estaba, la única que se quedó en el círculo. Selenia vio a Diego y rápidamente lo llevó a la pista, y algo parecido sucedió entre Maya y Jonatham… así que… Megg bailó con Hyde (gooooool de Megg ^_^). Poco a poco las parejitas fueron rotando, entró más gente al baile, pero el tímido guitarrista no soltaba a la pelirroja, pues temía que, como allí estaban los argentinos, en cualquier momento aparezca Ximena.
Cuando Megg bailó con el muchacho que Charlotte tanto detestaba, se divirtieron hablando sobre San Valentín y White day. Él le contó que el primer año que llegaron, Hernán fue el que más recibió chocolates, así que, para el 14 de marzo, mientras Jonathan devolvió chocolates y Diego lo más típico, malvaviscos blancos, el muchacho sonriente dijo que les regalaría algo valioso pero barato a la vez. “Voy a besarlas a todas” les contó, y ello no creyeron en su palabras, pero el día blanco llegó desarreglado y hablando muy torpemente… “Se me entumeció la lengua” explicó, pero se le rieron en la cara durante varios días. Ese año, recibió más chocolates, sin embargo, como empezó clases de repostería, hizo unas apetitosas cupcakes… y las japonesas se mostraron algo disconformes…
Cuando Megg bailó con el muchacho que Charlotte tanto detestaba, se divirtieron hablando sobre San Valentín y White day. Él le contó que el primer año que llegaron, Hernán fue el que más recibió chocolates, así que, para el 14 de marzo, mientras Jonathan devolvió chocolates y Diego lo más típico, malvaviscos blancos, el muchacho sonriente dijo que les regalaría algo valioso pero barato a la vez. “Voy a besarlas a todas” les contó, y ello no creyeron en su palabras, pero el día blanco llegó desarreglado y hablando muy torpemente… “Se me entumeció la lengua” explicó, pero se le rieron en la cara durante varios días. Ese año, recibió más chocolates, sin embargo, como empezó clases de repostería, hizo unas apetitosas cupcakes… y las japonesas se mostraron algo disconformes…
Después llegó el turno de Diego, con quien
habló un poco de Maya y Kyunho. El alto joven de tonada centroamericana le
contó que él era amigo del coreano desde que comenzaron a ir a clases de Jiujitsu
hace un año y rápidamente se hicieron amigos. Luego se les sumó Hernán y por
último Selenia… Así que los cuatro eran como un grupito. Practicar con una chica
era complicado, le explicaba, porque hay que ser cuidadoso, ya que en el primer
entrenamiento le desacomodaron el hueso del hombro por accidente, y al parecer
el tal Daigo Naito se lo acomodó después (decir el tal Daigo y estar bailando
en su fiesta es medio caradura, ¿no?). Además, era la única mujer de la clase,
y ellos ya estaban acostumbrados a su “aroma” al terminar el entrenamiento…
pero ahora tenían que esperar afuera del vestuario y aguantarse hasta que ella
salga de allí para poder refrescarse a gusto.
Justo en el momento es que él termino de
comentarle eso, y antes de que ella pueda responder, Dj D (Daigo, of course) aviso
que en instantes Breakerz les dedicaría algunas canciones en el escenario. Apenas
unos minutos después, ya estaban todos arriba de escenario, instrumentos y
micrófono en mano.
Daigo: ¡Mina-san! ¡¡Espero que estén
disfrutando la fiesta!! Para que se sigan divirtiendo, de dedicamos esta
canción:
El tema recordaba mucho a Ricky Martin, y
el pasito de manos de Daigo resultaba bastantes pegadizo, terminaron todos
haciendo lo mismo. Cantaron otras dos canciones más, de las que Agatha ya sabía
porque vio el último ensayo, pero se quedó maravillada con la actuación en
vivo. La adrenalina del público, la energía que trasmitía a los muchachos y la actitud
demoledora de ellos eran incomparables con una simple práctica. Además, con eso
pudo ver que es lo que tanto gustaba a Charlotte de Akihide: abajo del
escenario, era como un roedor asustadizo, pero sobre este… Wow, wow, wow… ¡¡totalmente
diferente!!
La fiesta siguió, y nuestras protagonistas,
después de tanto grito y ovación, se acercaron a la barra en busca de algo de
beber. Primero preguntaron al barman que tipos de tragos había, para saber bien
que pedir y por suerte este hombre podía hacer casi cualquier cosa (hablé de
bebidas, eh?). No por nada cuesta mil yenes el trago.
Selenia: Entonces… un Daikiri de frutilla,
un Strawberry y un Demaría.
Megg: Yo no tomo Daikiri.
Selenia: Ese es para Charlotte. Para vos
pedí un Strawberry.
Megg: Acordate que yo no tomo con alcohol.
Selenia: Lo recuerdo, y el Strawberry tiene
un poco de champagne nomas. Es inofensivo.
Las chicas andaban distraídas buscando a
los demás, y no se dieron cuenta de que ya salieron sus tragos. Cuando se
disponían a pagar, el barman les aviso que ya estaban alguien les invitaba la
bebida. Como ellas pensaron que los muchachos lo habían echo, se dieron por bien
servidas. Hicieron un brindis y solo Charlotte y Selenia bebieron. Megg no se
atrevía a tomar alcohol ni aunque su amiga le había dicho que lo que pidió para
ella era inofensivo.
En otro lado de Velfarre, donde se podría
conversar a gusto, estaban Agatha y Shinpei, cada uno con una botella de
cerveza en la mano. Ya era la tercera botella de la extranjera, y no causaba
efectos en ella aún, cosa que sorprendió al guitarrista de lentes. Que chica
tan particular. Era definitivamente muy agradable, demasiado comparada con las
otras mujeres que pasaron por su vida. Si lo pensaba objetivamente, era incluso
más divertido rockear con ella que ir al cine con Megg… Pero solo eso. Solo era
divertido. Estar a su lado no le hacía sentir la felicidad sin fundamentos que atravesaba
su ser cada vez que se encontraba con su dorada debilidad.
Agatha: (al verlo tan pensativo) Es por
Megg, ¿no?
Shinpei: ¿Qué cosa?
Agatha: Cuando te conocí… me di cuenta de
que te gustaba alguien… Pero no me importa porque nosotros solo somos amigos. Y
hoy, cuando estábamos cerca de la barra… me abrazaste apropósito. Y cuando el
tal Hernán abrazó a Megg, te pusiste tenso.
Shinpei: Confieso que no sé disimular.
Agatha: Vos me estás usando para darle
celos.
Shinpei: Al principio esa era la idea. Te
atraje a mí para celar a Meggu-chan. Y después te conocí mejor. Ahora te estimo
como amiga, y me divierto mucho con vos, pero…
Agatha: Después del pero ya me sé la
historia.
Shinpei: Agatha… yo de verdad creo que… sos
una persona maravillosa. Y estoy seguro de que si te hubiese conocido antes, me
hubieses gustado vos.
Agatha: No lo creo. La química no se dio.
Ya fue. Después de todo, no está tan mal. Yo soy licenciada en criminalística,
transito por la vida viendo a la muerte. Y todo lo que hago tiene que ver con
la muerte, hasta mis guiones. En cambio Megg… es una chica dulce y pura, que no
conoce la maldad, mientras que yo veo su peor rostro día a día. ¿Entendés? Conmigo
se comparte el infierno y con ella se puede vivir el paraíso.
Shinpei: Yo no lo creo así. Sé… Estoy
seguro de que algún día harás muy feliz a varias personas. Y me sentiré alegre
por eso.
Agatha: Si te referís a una familia, a los únicos
que puedo hacer felices son a los hijos y la mujer del panadero cerca de casa
(ambos ríen. Agatha palmea afectuosamente el hombro de Shinpei y se retira de
allí hacia la barra para pedir otra cerveza. Él está por hacer lo mismo, pero
ve llegar a nuestra esforzada protagonista, aparentemente decidida a hablarle)
Megg: (muy seria) ¿Qué estás haciendo con
ella?
Shinpei: ¿Qué dijiste?
Megg: Si lo único que queres es que yo
sienta celos, pudiste buscarte otra persona. ¿Por qué tenía que ser alguien a
quien aprecio?
Shinpei: Creo que estas equivocada,
Meggara. Agatha y yo somos amigos. Además, si siento o no algo por ella, eso no
tiene que importarte… ¿o sí?
Megg: Entonces… ¿ella te gusta? Decime si
te gusta, si sos sincero cuando te acercas a ella, o si solo lo haces frente a
mí para darme celos
Shinpei: No tengo por qué responder a todo
eso. Si vos sola estas celosa, no es mi problema. Hubieses pensado bien las
cosas antes de ir tras ese coreano…
Megg: Solo lo haces por eso, ¿verdad? Solo estas
usando a Agatha para algo tan estúpido (quiere irse, pero él la detiene).
Shinpei: ¿Por qué no admitís que te duele,
que te da rabia verme cerca de otras mujeres? En vez de acusarme deberías admitirlo.
Megg: (soltándose) ¡No admito un carajo
porque no es así! Ver lo que hacés con ella me da vergüenza ajena. Siento mucha
pena por vos, y estoy muy decepcionada.
Shinpei: (afectado por sus palabras) Espera
un momento. Eso que dijiste ya fue muy cruel y no te lo permito.
Megg: Cruel o no es la verdad. Shinpei
Inoue, a partir de ahora no me hables, no me mires… No quiero tenerte cerca
otra vez.
Se aleja de él hecha una furia, y
terriblemente sedienta, así que, olvidando lo que tiene su trago, comienza a
beber sin detenerse hasta la mitad de la copa. Cuando siente el calor y el
sabor del alcohol, se resiente de él. Si bien la venida tenía buen gusto,
estaba ya un poco caliente. Sería mejor pedir un poco de hielo en la barra para
enfriarla, y aligerar un poco el sab… De pronto se siente mareada… pesada, perdida,
confundida. Escasamente sus fuerzas la mantenían en pie. El equilibrio se le
hace ajeno, extraño. Y cae, pero alguien la sostiene para que no se golpee
contra el suelo. ¿Quién? No lo sabe, es un desconocido. Un hombre alto y pelinegro,
que revisa su copa y luego sonríe misteriosamente. Como la dorada protagonista
tiene dificultades para continuar erguida, para estar consciente, resumamos, él
la conduce hasta… afuera de Velfarre… ¡Su bebida tenía algo extraño!
Megg ya casi no es consciente de donde
está, de que hace. Se siente como en un sueño muy realista. Su mente no poseía
claridad alguna, ni para pensar ni para intuir. Deseaba sentarse en algún lugar
para descansar, pero no podía comunicarse con el joven que la “ayudaba”. De
pronto… sus pies ya no sienten el peso de su cuerpo… parecía flotar sobre una
superficie blanda… como una nube. Oye voces… murmullos que quieren mecerla en
un sueño… pero cada vez se vuelven más articulados… algo así como una
comunicación telefónica. Alguien golpea la puerta mientras el sujeto corta la
llamada. Su mente cada vez recuperaba más habilidad. Las imágenes se volvían más
claras: ella estaba en una especie de habitación, sobre una cama… ¡Y con la ropa
desarreglada!
Ese hombre regresa a la habitación sin
notar que ella estaba recuperando el sentido. Él se quita el saco, el cinturón del
pantalón y desprende algunos botones de su camisa, mientras la observa de pies
a cabeza, murmurando: “Así que te gustan los japoneses, ¿eh? Yo te voy a enseñar
lo que es un macho de verdad”. Apenas terminó de hablar, se abalanzó encima de
ella, arrastrando sus labios por el cuello de Megg, quien luchaba por alejarlo.
“Tranquila” murmuró, “Ya vas a ver que te gusta”. La rubia protagonista reunió
toda su fuerza, la que tenía disponible, para empujarlo y propinarle un par de
cachetadas… pero él respondió con un golpe en el mentón y la impulsó chocar de
cabeza con la pared…
Megg cayó al piso inevitablemente, pero vio
como ese sujeto se acercaba a ella… y todo se volvía confuso, oscuro… hasta
quedar en absoluta penumbra… en absoluta inconsciencia.
Aclaraciones:
Aclaraciones:
1 Doomo: simplificación de Doomo arigatoo
gozaimasu, o sea, muchas gracias.
2 Yosenabe es como un guiso de pescado y
marisco.
3 Obasan es tía. Si, ahora pueden reírse de
cómo llaman al jefe de Selenia. ¬¬ Habrá que ver quien le puso el apodito. ¿¿Ustedes
qué creen??
4 Tanjobi omedetoo es una variación
informal de Otanjobi omedetoo gozaimasu (ver capítulo 6).
5 Mina-san es algo así como A todos
ustedes. Se utiliza cuando uno habla a varias personas.
Holaaaa: me tomé mi tiempo y valla que lo hice. Todos mis comentarios son según van pasando las cosas (ya lo sabes)
ResponderBorrarUuuuh, esa retada del director, rector o lo que sea, las muchachas deberán cuidarse de ahora en mas. Y esos rumores en el baño que típicos y detestables. Waa no puedo creer que alguien filmo la pelea de Shinpei y la subio a la red por Dios, es muy real peor no lo imagine.
Lo de "indias" me suena muuuy conocido. Pero la verdad que pobre Megg, era obvio que lo tomaria de esa manera. Sí que son unas amigas esas tres. <3
Wow Charlotte eso si que este tener suerte.Conseguir trabajo así de la nada, bue, no de la nada, pero no se le complicó.
"Mayu" jjaja que malo. La verdad quien se imaginaria que Daigo piense asi las cosas.Como siempre las charlas de Breakerz son siempre entretenidas.
Que bien que Mayu...
- Maya.
Bueno, si Maya halla arreglado las cosas.
Apareció Agatha por fiiin wiiii :) y se perdió con la multitud por Dios, eso es feo. Extraño? Por Dios es obvio que era Shinpei. Jaja al encontrarse con él es como decir que todo quedo en familia.
Pero por Dios que les pasa a esas fans ellas son unas acosadoras, uuuuh, menos mal que las hermanas se encontraron y no pasó nada grave.
¿Qué tramaron Maya y Shinpie?
Nooo aparece Hyde Y charlotte se desmaya. porqueeee?
Hermanita es Marilyn Monroe
jajajajaja Goool de Megg, dicen que no hay mal que por bien no venga
Nooo la anecdota de "voy a besarlas a todas" jajajaj
Me encanto como habló Agatha de Megg y como increpó ésta a Shinpei muuuuy bueno. Me pareció que Megg estaba tomada pero después fue y tomo eso, que vaya a saber qué tenia. Ojalá vaya Shinpei y la rescate, es lo obvio lo sé. (bue después de todo no soy tan original)
Mmmm que pasará en le próximo capítulo? Seguirá Agatha?
Bue espero que no se me haya escapado nada.
Hola sis!!!!
BorrarGracias por tomarte tantisisisisisimo tiempo!! Lo aprecio en verdad :)
con la retadita y los chismes de las chiquitas estas quiero mostrar un poco como es el sistema educativo de Japón, jep. (y en varios animes vi que es mucho peor que lo que escribi).
Y con la defensa de Daigo a la mujeres... bueh, el ve todo desde la calma, lo mas friamente posible, Y maya tenía que arreglar todo, aunque fue muy dificil para ella tambien.
Habrá mas de Agatha, no comas ansias!!! Ella es una chica mágica sin duda.
En el proximo cap sucederan muchas cosas interesantes, y los conflictos se resolveran. Asi que estate atenta!!!
Otra vez gracias sis!!
Uuy estas chicas no tienen paz, dificil de explicar todo lo que paso al preceptor, viendolo todo junto y sin saber el contexto realmente no las beneficia mucho u.u
ResponderBorrarLe quemaron la mano con acido al ex jefe de Charlotte? bueno se lo merecia!!
Como me hicieron enojar esas minas hablando, echar a la gordita? ya me gustaria que le pegaran unos patoteros sin motivos y que Selenia la defendiera a ver si sigue pensando que es una buscapleitos! Y bueno ni hablar de la chica 4 , esa me saco!! No se como Megg no sale a decirles nada, en su lugar me saldria humo de las orejas y saldria sacada a callarla al grito de: alguna vez pisaste latinoamerica?? No hables de lo que no sabes ignorante! eso con suerte que no saliera a los golpes directamente ajjaja ... Me dio mucha lastima Megg!
Por fin un alguien coherente, un genio el profesor!
Grande Daigoo!!! Estoy de acuerdo con todo lo que dijo! Asi se habla hacelos entrar en razon! Entre el "huiste despavorido como una reina del drama" y lo de Mayu-Maya me tente mucho jajajja es un genio cuando quiere XD
"Lo mejor que pueden hacer es escuchar a sus damas. Oh, como me averguenza estar rodeados de insensatos" cuanta razon tiene aunque es demasiado sorpresivo escuchar a Daigo decir eso, entiendo la sospecha de los otros dos jaja
Genia Maya!! Pudo aclarar todo con Shinpei y Akihide, menos mal!
Una buena para Charlotte, ya tiene trabajo de nuevo, encima modelo publicitaria ... terminara siendo una idol? :O
Como reconocieron la peluca? Si que son observadoras, tirando a obsesivas ya esas fans dan miedo u.u
Wow un nuevo personaje! "por qué parecía mas hermana de Selenia que de Charlotte" jaja me encanto su descripcion tambien me hizo acordar un poco a Selenia XD
Pobre Agatha que feo perderse y no poder ubicarse, por suerte encontro a Shinpei que la ayudo, ahora que estaba pensando arrastrar asi a una desconocida para darle celos a Megg, lindo susto le dio!
Una criatura jajaja es verdad que parece mucho mas joven no se la puede culpar :P
Wiiii por fin se arreglo todo entre Aki y Charlotte! Yo tambien espero que dure pobres, encima los volvieron a interrumpir tienen mala suerte XD
Me imagino la sorpresa de Agatha cuando vio la banda de Shinpei jaja
Que estan tramando con Maya?? :O
Volvio Hyde!! jajajajjaja la reaccion de Charlotte, me senti muy identificada creo que tambien terminaria asi XD adoro a Hyde
Ahora Selenia se entero que Daigo habla de ella, tiene con que cargarlo eh jaja
Las presentaciones me mataron! "es heterosexual" ajjaja es el peor!
Aaay noo :( esperaba que se calmaran los animos entre Shinpi y Megg pero termino todo mucho peor u.u
Y el final! noo es terrible!! a esperar que pasa con ella ahora, esperemos que alguien la encuentre :O
Geniaal el capitulo! me encanto
Saludos!
Hola Nadia!!! Como estas?? Como siempre, gracias por tu super comentario genialmente completito. :) Lo aprecio mucho!!
BorrarMegg no tiene un caracter combativo como las otras dos chicas, y no tuvo mucho tiempo para decir algo, ya que entró Selenia y las calló a gritos! Tu frase está buenisima, eh! No se me había ocurrido. (yo soy mas del "Hablas así por envidia, imbécil") XDD
Que lindo, no?? Daigo no es taaaan odioso en el fondo XD Y él tambien tiene su gracia.
terminara siendo una idol? Quien sabe... (tono sospechoso) Todo puede ser en esta loca historia!!
Después explicaré bien lo de la pelu, tiene un detalle especial.
Habrá mas de Agatha!!! Ella vino a devolver el orden y divertirlos un poco! XD y en cuanto a los acercamientos indefinidos de Aki y chalotte, le espera mas suerte para la proxima vez!! Estate atenta!
Es heterosexual por las dudas alguien se mande la gran Aki, jejeh
El asunto de Megg y Shinpei, y de el extraño que se la llevó tendra resolución en el proximo episodio, Sera buena o mala?? JEJEH XD Pero te adelanto algo: Megg fue una victima errada, la trampa era para otra de las protas.
Saluditos!!! Y, como siempre, gracias por seguir la historia!! Se puede poner aun mejor y lo hara!!!
Holas!!!! ^^ Disculpa que no comente antes...(Estaba re en otra por un formulario basura ¬¬)
ResponderBorrarBueno, primero que nada: Genial el capitulo!!!! (Eso si, me asuste y me enejo un poquito por lo de Megg, pobrecita u.u ... O sea de solo pensar que alguien le puede hacer daño, me dan nauseas ¬¬ Hay que matar al hijo de su madre!!!)
Por fin se aclaro todo con los flashbacks (pulgar arriba)
Me encanto el pequeño Girls love (Charlotte/Maya) que hubo a pesar de su explicacion logica y lo breve que fue ;)
Que bueno que todo se arreglo por fin. ¿Y a quien debemos de agradecer el pequeño detalle? Increiblemente a Daigo^^ Por fin me cae bien este chico Wi!
Genial la aparicion de Agatha (¡Choca los cinco sister!) jajajajaja Me encanto su personaje y estilo. Hubiera quedado bien con Shinpei...pero apoyo al 100 por 100 la pareja Shinpei/Megg. Esperemos que ya se resuelva lo suyo que todavia esta en veremos... (Salva a tu damisela fuerte Shinpei!!!)
Oh por dios!!! Mi bello Hyde volvio a aparecer!!! I'm in love...xDD (Asumo que yo también me desmayaría al verlo. Tu me entiendes Charlotte ;) ) Afortunada Megg... jaajjaja
Che pobre Hernan...Que se deje de hacer la dificil Atsuko xD (Me cae el pibe)
Esto fue muy gracioso:
"Selenia: (fuerte u claro) Tiene el cuerpo de Marilin Morroe, la inteligencia de Monsieur Poirot, la destreza de Michaell Jackson y…
Daigo: Pero él está muerto, igual que marilin. Y Poirot no existe.
Agatha: (a modo de broma) Por eso. (Todos ríen, excepto Megg, quien recién se reintegraba a la conversación)"
Ahhh! recien me acuerdo...Pobre Agatha ¬¬ No se merecia que Shinpei la use para darle celos a Megg. Pero en fin u.u
"Esa sonrisa, aunque en versión más simple, se contagia al guitarrista, hasta que ambos comienzan a reír de la nada. La pelirroja avanzo un paso y los dos callaron, se miraron seriamente, en una mezcla de nervios y decisión... y escucharon un gruñido extrañamente cerca. Cuando ven hacia un costado, encuentran a un grupo de chichas en la entrada de la galería."
Otro momento arruinado ¬¬ Pero como sea, me gusta la iniciativa de Charlotte ^.^
Bueno, muero de emoción por leer el siguiente capitulo!!! Wi!!!